lunes, 7 de abril de 2008

Voy por las calles

Voy por las calles
con las farolas metidas en los bolsillos
buscando compañía en las dobleces
de las esquinas

Por si acaso
antes de cruzar
siempre miro
debajo del asfalto
y llevo los adoquines en la cartera
para pagar el pasaje al alcantarillado
que sigue lleno de público
tras cederle mi asiento a una rata
salgo a otra intersección que me cruza

no hay quien entre en los kioskos
los reflejos de las cafeterías
abarrotan las ventanas de las oficinas
y no tienen embutidos
de mi talla en los grandes almacenes
los niños salen de la escuela
con un semáforo encendido
entre los labios
arrojando
jirafas incendiarias
a la vía púbica
de paso,
un peatón atropella a una cebra
y los perros ladran a la luna
de un escaparate
que refleja
una manifestación de sindicatos
en una cabina
que corta el tráfico
con una nube de leche
por prohibir fumar en los estancos
y los bancos,
estarán abiertos de cinco a cuatro

los anuncios advierten
que afeitarse los dientes
perjudica seriamente la salud
cualquier mañana de estas
caes en la cuenta
de que no sólo el desodorante
puede abandonarte al salir de casa.

(Canterbury 3 de Junio de 1999-Nueva York, 8 de abril de 2008.)

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